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Ahmad Al-Khatib Aiesh, en su despacho del Matadero de Olivenza.
«Extremadura puede ser la despensa del mundo, pero tiene que creérselo»

«Extremadura puede ser la despensa del mundo, pero tiene que creérselo»

La simbiosis entre el mundo árabe y Extremadura la encarna mejor que nadie Ahmad Al-Khatib Aiesh, un empresario de origen jordano que, afincado en Barcelona, visitó la región y se quedó prendado de ella desde el primer momento. Por su empeño de convertir Extremadura en la «despensa del mundo árabe», Al-Khatib ha sido galardonado en junio por el gobierno autonómico como Legado de Extremadura en los Países Árabes.

JUAN MIGUEL MÉNDEZ PEÑA

Sábado, 22 de julio 2017, 00:13

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Ahmad Al-Khatib Aiesh (Ramza, Jordania, 6 de julio de 1957) se ha convertido en uno de los empresarios más influyentes de Extremadura en los últimos dos años. En la actualidad Al-Khatib vive a caballo entre Barcelona y Extremadura, donde dirige la empresa 'Golden World Wide', del nuevo matadero de Olivenza, y desde donde trata de impulsar otros negocios de calado como la futura azucarera de Mérida. Por su labor empresarial, sus contactos de alto nivel y su impulso económico en la región, la Junta de Extremadura le ha nombrado recientemente Legado de Extremadura en los Países Árabes. Caracterizado por su cercanía y sencillez, el empresario atiende en exclusiva a HOY Olivenza en su despacho del matadero de Olivenza, un humilde rincón imbuido por reminiscencias árabes y en el que una pantalla de televisión en la pared permanece encendida con el canal de noticias Al Mayadeen, una ventana al mundo árabe desde la que el empresario se mantiene puntualmente informado sobre su tierra de origen. Con una agenda apretada, en las dos horas que dura la entrevista firma documentos que le lleva su equipo técnico y recibe varias llamadas telefónicas que atiende en castellano y en árabe.

- Usted es originario de Jordania. ¿Cómo recaló en España?

- Aunque mis orígenes familiares son de Belén (Palestina), nací en Ramza, una pequeña localidad de Jordania, fronteriza con Siria, y llegué a Madrid en febrero de 1979, donde estuve unos meses aprendiendo el idioma castellano. Después me trasladé a Barcelona, donde empecé a estudiar Medicina y posteriormente cursé Química Industrial en la Universidad Politécnica de la ciudad condal, aunque no finalicé los estudios. Por entonces comencé a trabajar por mi cuenta y en 1997 puse en marcha mi primera empresa, 'The Golden Wheels', dedicada a prestar servicios turísticos de alquiler de coches de lujo con conductores de alto nivel, para todo tipo de celebraciones como bodas, así como para acompañar a nuestros clientes en tratamientos médicos. Actualmente son mis dos hijos quienes están al frente de la empresa y estamos trabajando para que próximamente podamos diversificarla con otros servicios como el de agencia de viajes.

- ¿Y cómo llegó a embarcarse desde Barcelona en la aventura de las industrias cárnicas?

- Fue una casualidad. En 2014 recibí una llamada de amigos de algunos países del mundo árabe para ver si la carne de estas tierras era buena. Envié algunas muestras para los palacios de Dubai y para Londres y empecé a mandar cada vez cantidades mayores, razón por la que vi la necesidad de montar la empresa, empezando por la carne de cabrito. Nuestros principales clientes, además de países del Golfo Pérsico y África, son los Emiratos Árabes, que piden materia prima de calidad. Nuestro matadero es uno de los pocos existentes en Europa con capacidad para cumplir con los procesos de respetan los ritos musulmanes, en concreto el sacrificio por el rito halal.

- ¿Qué le llevó a fijarse en Olivenza y no otra zona?

- Viajé a Portugal para realizar algunas operaciones de compra de terrenos en el territorio bañado por el embalse de Alqueva para un proyecto y paré en Extremadura. Enseguida me llamó la atención que todo lo que muchos empresarios habíamos oído en Cataluña sobre Extremadura no se correspondía con la realidad, ya que allí nos vendían que esta región no tenía recursos ni futuro. Rápidamente me dije: «En Cataluña no saben nada del potencial de Extremadura». Y decidí invertir en Extremadura en vez de en Portugal, como tenía inicialmente previsto, entre otras cosas porque también quedaba todo en España. Desde entonces empecé a venir de visita, hasta que me instalé definitivamente.

- ¿Encontró muchas dificultades para instalar la empresa?

- Montar la empresa siempre conlleva una serie de trámites burocráticos que también pueden simplificarse, sobre todo cuando se trata de crear riqueza y puestos de trabajo en regiones como Extremadura. Debo decir que desde el principio he recibido el apoyo institucional de la Junta de Extremadura, tanto en la época del gobierno de José Antonio Monago, con el que coincidí desde finales de 2014 hasta mediados de 2015, como con el actual presidente que tomó el relevo, Guillermo Fernández Vara. Tanto el Sr. Monago como el Sr. Fernández Vara se han portado bien conmigo y a los dos los considero buenas personas. Con el cambio de gobierno regional sí es cierto que costó que entendieran la magnitud que tenía que un empresario como yo estuviera dispuesto a invertir y a crear riqueza en la región, pero la experiencia con el actual gobierno está siendo bastante positiva y el presidente y sus consejeros están volcándose en nuestros proyectos.

- ¿Qué nuevos retos tiene al frente del matadero de Olivenza?

- Actualmente tenemos en plantilla a 51 trabajadores. Hemos adquirido una empresa salmantina, 'José Chicán, S.L.', dedicada a la comercialización de vacuno al por mayor. Desde el pasado 5 de junio venimos sacrificando entre 500 y 600 cabezas de vacuno semanales, aparte del cordero y el cabrito que veníamos procesando desde que iniciamos nuestra actividad. El objetivo es llegar a sacrificar entre 3.000 y 4.000 cabezas de vacuno mensuales para exportar a los países árabes, Holanda y Bélgica, fundamentalmente. También tenemos previsto empezar a curar jamón de cordero, además de poner en marcha una fábrica de embutidos en Olivenza.

- Y ahora está volcado con la puesta en marcha de la industria azucarera en Mérida...

- El proyecto de la azucarera de Mérida anunciado en estos días estaba previsto que inicialmente se pusiera en marcha en Valladolid, ya que uno de los promotores estaba empeñado en invertir en Castilla y León. Al ser yo otro de los promotores y tener contactos de alto nivel en Dubai, estuve como observador en las negociaciones y enseguida tuve más claro que el agua que la inversión debía hacerse aquí. «Nada de Castilla y León, sino Extremadura», fue nuestra consigna, que avalamos con el hecho de que Extremadura es una región con buenos terrenos agrícolas y con mejores recursos y condiciones estratégicas para instalar una empresa de tal magnitud. Hablé con un alto mandatario que visitó esta zona y en un día me dijo: «Olvídate de Valladolid y de Inglaterra; empezamos aquí». Se hará una inversión de 424 millones de euros en cerca de 100 hectáreas en las que se instalará la fábrica azucarera y otras empresas auxiliares. Ya sólo nos quedan algunos trámites ante el Gobierno central relacionados con el suministro de energía y otras cuestiones.

- ¿Qué echa en falta en Extremadura?

- Desde que entré en contacto con esta región he podido ver que tiene de todo. Siempre vi que Extremadura puede ser la despensa del mundo árabe y no árabe. Contamos con muchos ingredientes, pero hay que saber aprovecharlos. Y para ello necesitamos que los extremeños sean los primeros en saberlo y en creérselo, tienen que creer que tienen más y mejores recursos naturales que deben explotar. Tenemos que creer en nuestra tierra. Y para ello debemos empezar a olvidar, entre otras cosas, la PAC, que considero que es una trampa, pues puede ayudar 10-15 años, pero cuando desaparezca nos despertaremos viendo que otras regiones han hecho sus deberes antes que nosotros. Arriesgar en la tierra no es perder dinero, ya que la tierra es muy agradecida.

- Es usted muy activo en las redes sociales y en ellas defiende y da a conocer el mundo islámico.

- Es que la cultura islámica es muy desconocida... La gente juzga nuestra religión por los actos terroristas que se cometen y que en absoluto tienen que ver con el Islam. La violencia terrorista no tiene credo ni nacionalidad, pero a veces se utiliza injustamente la religión para justificar la violencia. El Islam jamás incita a matar; hay versículos del Corán que incita a «defender lo tuyo», como en todas las religiones, pero nunca a ejercer la violencia. Para los musulmanes, quien mata una persona es como si matara a toda la humanidad y si salva una vida es como si salvara a toda la humanidad. Por eso el 'yihadismo' no ha entendido bien el término 'yihad', que es uno de los verbos más hermosos del árabe y que significa 'esfuerzo', el deber de comprometerse y lograr objetivos nobles en la vida: trabajar duro, educar bien a tus hijos, hacer el bien, tener buenas palabras, promover la paz, la armonía y la cooperación, asistir a los demás...

- Sin embargo, queda mucho por hacer en pro de la tolerancia y el respeto entre culturas...

- Se ha generado mucho odio y se ha utilizado la religión para generar guerras entre pueblos. Los medios de comunicación a veces también contribuyen a extender esa intolerancia que sólo puede combatirse con formación, porque la ignorancia es la peor enemiga de la sociedad. Por eso es tan importante la convivencia de culturas y que en España los dirigentes políticos sean los primeros en ver normal esta convivencia, como ocurre en países como Canadá o Inglaterra.

- Gran embajador del mundo árabe en España y ahora le nombran Legado de Extremadura para los Países Árabes. ¿Cómo ha acogido esta distinción honorífica?

- Acaban de llamarme de la Presidencia de la Junta para decirme que el acto formal de entrega, que iba a ser a finales de julio, se pospondrá para el próximo mes de octubre. Para mí ha sido una sorpresa muy agradable, porque al final ves que hay personas que valoran el esfuerzo que haces, un esfuerzo que hago con sumo gusto, por cierto. Cuando llegamos de Barcelona enseguida noté que aquí la gente es sencilla y cercana, y a mí me gusta la gente así, porque el roce nos enseña mucho. Hay un refrán árabe que dice que 'la convivencia hace conocer más'. Lo que he comprobado aquí es que parece que estás en familia, nadie se considera más que nadie. Porque, al final, la humildad es lo que hace crecer a una persona, ya que si actuamos con prepotencia, al final terminan rodeándote personas con intereses que te adulan pero, llegado el momento, te abandonarán y te dejarán caer. Con la humildad siempre estarás rodeado, tanto si tienes como si no tienes.

- También es usted un aficionado a la cetrería. ¿Qué proyectos tiene al respecto?

- Aunque no dispongo de mucho tiempo para atenderlos personalmente, en el recinto del matadero tenemos instalaciones homologadas para la cría, adiestramiento y venta de halcones, ya que la cetrería es una actividad de gran tradición en el mundo árabe y mueve mucho dinero en el mercado. El centro de que disponemos es chiquitito, con una treintena de aves, pero en un futuro próximo la ampliaremos con jaulas más grandes para el adiestramiento, con la idea también de atraer el turismo.

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