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De izquierda a derecha, Emilia Alburquerque, Concepción Santos y Nuria Jiménez.
Mujeres oliventinas reviven las situaciones generadas por una desigualdad institucionalizada

Mujeres oliventinas reviven las situaciones generadas por una desigualdad institucionalizada

Oliventinas que vivieron su juventud antes de 1975 recordaron como era su día a día durante la charla coloquio sobre legislación discriminatoria enmarcada en las actividades que se vienen celebrando con motivo del Día Internacional contra la violencia de género.

Eva María Nevado

Lunes, 23 de noviembre 2015, 19:41

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Un grupo de mujeres oliventinas que vivieron su juventud antes de 1975 revivieron la pasada semana las situaciones de desigualdad entre hombres y mujeres que generaba una legislación discriminatoria que llegaba incluso a amparar la violencia de género, disfrazada de correctivo del marido hacia la mujer.

Durante la charla-coloquio Una mirada hacia atrás: legislación discriminatoria y violencia de género, la técnica de la Oficina de Igualdad y Violencia de Género de la Mancomunidad de la Comarca de Olivenza, Esther Silva Silva, hizo un repaso por la legislación española centrándose especialmente en la situación que desde los años 40 hasta 1975, y aun posteriormente, situaba a la mujer como una ciudadana de segunda.

Tras una introducción histórica, llevada a cabo por la gestora cultural, Emilia Alburquerque, sobre la institución del Patriarcado, «en la que el hombre es la medida de las cosas», Silva recordó cómo el movimiento feminista surge en un momento en el que la mujer carece de derechos básicos «que hoy ni siquiera nos cuestionaríamos no tener».

La técnica de la Oficina de Igualdad y Violencia de Género se centró después en la legislación que durante la época franquista y hasta 1975 reconocía al marido como tutor de la mujer, obligaba a la mujer a seguir al marido allá donde fuera, penalizaba con cárcel el adulterio femenino pero con destierro el masculino, recogía expresamente que la mujer debía obedecer en todo al marido e incluso reconocía el derecho del marido a matar a su mujer adúltera.

Discriminación normalizada

A estas cuestiones de mayor calado y que reforzaron una visión de la mujer que sentó las bases de una desigualdad que radica en el germen de la violencia de género, se unían otras leyes no escritas que marcaban el día a día femenino como la forma de vestir y comportarse de la mujer, la prohibición de entrar sola a un bar o el acceso vetado a determinados trabajos.

Concepción Piñana, oliventina nacida en 1940, rememoró durante la charla algunas vivencias propias y cercanas de su niñez y juventud, en las que la mujer siempre estaba condicionada. Condicionada por cuestiones como no poder salir mientras el novio estaba en el servicio militar «porque estaba mal visto», cumplir con los oficios religiosos, que su correo postal fuera vigilado o cumplir estrictamente con el luto.

La charla-coloquio, celebrada en el marco de la programación con motivo del Día Internacional contra la Violencia de Género, que se conmemora el 25 de noviembre, contó también con el testimonio de otras dos mujeres oliventinas a través del corto de Andrea Núñez, Miradas de Ayer y de Hoy, y de otro más reciente como el de la jefa de la Policía Local de Olivenza, Concepción Santos, primera y única mujer hasta el momento de este Cuerpo en la localidad.

Santos explicó que si bien, por su edad, ya no ha vivido las situaciones narradas por algunas de las oliventinas que intervinieron en la charla, si sufrió al inicio de su vida profesional en el Cuerpo de Policía Local como «las mujeres son en muchos casos culpables de cómo se trata a las propias mujeres»; ya que las esposas de sus compañeros no querían al principio que compartieran con ella los turnos de noche, recordó.

La agente agradeció el gran trabajo realizado por las mayores en la lucha por los derechos de la mujer y aludió a las situaciones de violencia de género recordando que nadie debe aceptar se sometida a través de ningún tipo de violencia y la importancia de poner en marcha los recursos necesarios para atajar esas situaciones, recordatorio al que se sumó la concejala de Igualdad del Ayuntamiento de Olivenza, Nuria Jiménez.

La charla-coloquio y posterior debate, que se desarrollaron en la Sala de Conferencias Jose María Gaitán Rebollo del Museo Etnográfico Extremeño 'González Santana', estuvo presidida por dos acrílicos del artista Tony Bustos Jugada imposible y Del amor al miedo; ambos cuadros relativos a la violencia machista.

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