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Taller mágico de Fucinda en funcionamiento.
‘Fucinda’ recibe en su taller navideño a 750 acompañantes de Prisiñas

‘Fucinda’ recibe en su taller navideño a 750 acompañantes de Prisiñas

La duende mostró el espacio en el que sus pequeños robots preparan los regalos y realizó una conexión en la que Papa Noel se dirigió a los caminantes

Eva María Nevado

Martes, 20 de diciembre 2016, 00:29

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La ruta navideña del Club Senderista Prisiñas tuvo como destino en la mañana del pasado domingo un taller mágico ubicado en pleno barrio de La Farrapa, gestionado por la duende jefa Fucinda y desde el que se pudo comunicar con Papa Noel a través un árbol ya conocido por los senderistas.

Un total de 750 personas participaron en los tres recorridos de la ruta navideña de Prisiñas que, como es habitual, comenzó con un desayuno con el que se obsequió a los caminantes en esta ocasión en los bajo de la antigua Cámara Agraria, dónde además se ubicaron talleres de diversas actividades para los más pequeños al regreso de la ruta.

Concluido el recorrido, un navideño tren trasladó en diversos y animados viajes a todos los participantes al taller de Fucinda, tras solucionar algunos problemas iniciales con las ruedas del segundo vagón. Solventados estos, pequeños y mayores cantaron y bailaron de camino al mágico taller donde les recibió una mesa con dulces y chucherías.

Sentados a la mesa, Fucinda les dio una bienvenida especial encendiendo las mágicas luces de un taller en el que han trabajado más de 40 personas durante tres meses. Desde él y activando una palanca que convirtió a Zoltan, árbol de la última ruta temática de Prisiñas, en vía de comunicación con Papa Noel, éste dirigió unas palabras a los presentes.

La cercanía de la Navidad y la necesidad de tener preparados todos los regalos a repartir en esa fecha, llevaron a Papa Noel a solicitar ayuda a Fucinda y sus duendes robot que comenzaron con su cadena de producción en presencia de los caminantes. Mientras los visitantes contemplaban el trabajo Papa Noel se despidió recordando a todos que «las cosas importantes de la vida ni se ven ni se tocan, solo se sienten con el corazón».

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