Eva María Nevado
Jueves, 26 de enero 2017, 14:30
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Once chicos y chicas del grupo de 8 a 10 años de la Escuela Municipal Multideporte compartieron en la tarde de ayer un divertido encuentro con mayores de Caser Residencial Olivenza en el que juegos tradicionales como las chapas, la patata caliente o las carreras de cuchara unieron a dos generaciones muy diferentes.
Al hilo de la temática de la pieza del mes en el Museo Etnográfico Extremeño González Santana, así como del proyecto Reminiscencia, centradas en el juego y el juguete, las mesas de uno de los espacios de esparcimiento del centro residencial se convirtieron ayer en circuito para el recorrido de unas chapas que hicieron las delicias de pequeños y mayores.
Junto a este lugar y con el pasillo central inferior como pista, Vicenta, Antonio o Teresa, entre otros residentes, participaron en el juego de la cuchara sentados en sus sillas de ruedas, empujadas por los chicos de la Escuela Multideporte.
Con las cucharas en la boca y el huevo que las suele ocupar sustituido por pequeñas pelotas de goma, se realizaron varias carreras por los pasillos del centro aplaudidas por otros residentes y en las que pequeños y mayores colaboraron por un objetivo común, llegar los primeros, y un deseo compartido, disfrutar del juego.
El baloncesto con una pequeña canasta, la patata caliente pasando varios balones de mano en mano o el juego de la rana reconvertido en una caja con agujeros en la que encestar chapas fueron algunos de los entretenimientos compartidos que llevaron a los más pequeños a descubrir o redescubrir otras formas de diversión y a trasladaron a los mayores a su infancia.
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