JUAN MIGUEL MÉNDEZ PEÑA
Lunes, 4 de septiembre 2017, 23:18
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Olivenza ha sido la primera localidad de las seis de la región en las que se pondrá en marcha inicialmente el programa medioambiental Apadrina una encina, enmarcado en el modelo extremeño de economía verde y economía circular Extremadura 2030, en firmar el convenio por el que se suma a una iniciativa que busca luchar contra el cambio climático y la desertización, desarrollando el sentido de la responsabilidad para un desarrollo sostenible.
A principios de agosto se celebró una jornada informativa en la que se trasladó a la ciudadanía los detalles del proyecto, y en la que participó el alcalde de Olivenza, Manuel J. González Andrade, que firmó junto a técnicos de la Unión Extremeña del Olivar (UNOLIVAR) el convenio por el que la ciudad comenzará a trabajar en el apadrinamiento de encinas ya existentes en el término municipal y otras que se plantarán próximamente.
Según informó el Ayuntamiento en un comunicado de prensa, mediante esta iniciativa cualquier persona de la localidad, bien residente en ella o que se encuentre fuera de la misma, podrá apadrinar sin coste alguno uno de estos árboles a su nombre o al de otra persona, por ejemplo, a modo de regalo con motivo de alguna celebración. Cada padrino o madrina recibirá su certificado provisional de apadrinamiento con un número de referencia y la geolocalización de su árbol.
Registrados a través de la página web apadrina.unolivar.com los primeros apadrinamientos se convocará un encuentro para compartir una jornada en la que se hará la entrega física del certificado, remitiéndoselo por correo postal a aquellas personas que no puedan acudir. Periódicamente se realizarán de nuevo encuentros con los padrinos y madrinas en los que se invitará a la ciudadanía que lo desee a sumarse a esta iniciativa con nuevos apadrinamientos.
La conservación de encinas en Extremadura tiene aspectos positivos en el ámbito socioeconómico, gracias a sus múltiples y diversos aprovechamientos agrícolas, ganaderos o forestales, pero también con actividades de turismo rural, agroturismo y otras que constituyen la base de estrategias de un desarrollo rural, social y económico futuro.
La encina, y la dehesa a la que tan ligada está esta especie, constituyen además un símbolo propio de la región con un paisaje cultural ligado a Extremadura, como se indica desde UNOLIVAR, agrupación que en colaboración con la Junta de Extremadura y la Asociación de Universidades Populares de Extremadura (AUPEX) han puesto en marcha el programa Apadrina una encina, que se desarrollará entre 2017 y 2019.
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