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Miembros de la Real Archicofradía del Señor de los Pasos de Olivenza, con las tradicionales hopas moradas.
Olivenza es de interés turístico también en Semana Santa

Olivenza es de interés turístico también en Semana Santa

Las procesiones y eventos representan una mezcolanza entre las tradiciones españolas comunes y las portuguesas de fuerte raigambre

JUAN MIGUEL MÉNDEZ PEÑA

Viernes, 6 de abril 2018, 23:20

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En estos días puede darse el caso de que cualquiera que visite alguna de las procesiones de Semana Santa de nuestro entorno pueden comprobar cómo en el sur de Extremadura muchas tradiciones se han ido importando de la vecina Semana de Pasión sevillana: los pasos, las marchas, la indumentaria cofrade... Cada pueblo, cada ciudad tiene sus propias tradiciones religiosas, pero en un mundo global al final es inevitable 'contagiarse' de los usos y costumbres de otros lugares.

La Semana Santa de Olivenza, sin embargo, se caracteriza por representar una mezcolanza entre unas tradiciones españolas más comunes, adquiridas paulatinamente, y otras portuguesas que por su raigambre han prevalecido con el paso de los siglos y que son exclusivas de la identidad oliventina, reforzando así su singularidad frente a otros pueblos.

En la Semana Santa oliventina participan seis hermandades y cofradías: la Hermandad de Nuestra Señora de la Misericordia, fundada en 1501, siendo la más antigua; la Real Archicofradía de Nuestro Señor Jesús de los Pasos, Patrón de Olivenza, fundada en 1579; la Hermandad de Nuestra Señora María Santísima de la Soledad (1948); la Cofradía del Descendimiento (1952); la Cofradía de Jesús Nazareno y la Santísima Virgen de los Dolores ('Los Obreros'), que data de 1954; y la Hermandad y Cofradía de Jesús Orando en el Huerto y la Santísima Virgen de las Angustias, Nuestro Señor Atado a la Columna, Jesús de la Caña Verde y María Santísima de la Esperanza ('Los Coloraos'), que se fundó en 1956. Todas ellas aportan lo mejor de sí mismas para preservar y realzar los cultos religiosos de la Semana de Pasión oliventina.

Quizás una de las particularidades es que festejan al propio Patrón cada Domingo de Pasión (el quinto y último de Cuaresma y previo al de Ramos). La Real Archicofradía de Jesús de los Pasos coordina en las vísperas de Semana Santa una serie de actos de culto: el Rosario de la Aurora con la Virgen de Fátima, el novenario al Patrón, ofrendas florales y besapié, homenajes a personas y colectivos destacados, etc., dándole también una dimensión social a su labor cofrade.

La procesión de Jesús de los Pasos tiene reminiscencias portuguesas en todos los sentidos: desde la utilización de hopas o balandranes de color morado hasta las paradas en los cinco pasos/passos que evocan las cinco llagas de Cristo, representando su camino hasta el Calvario; se trata de pequeños altares anexos a edificios civiles y religiosos que han perdurado en el tiempo, al igual que en otros pueblos alentejanos que tienen devoción por Jesús de los Pasos.

Caracteríasticas comunes

A partir de ahí, el esquema de la Semana Santa de Olivenza podría equipararse a la de cualquier otro municipio si no fuera porque al mismo tiempo han ido preservando una serie de cultos y usos de una honda tradición portuguesa, que el pueblo oliventino vive con devoción y naturalidad, pero que no dejan indiferentes a los foráneos.

Los escenarios en los que se desarrolla la Semana Santa oliventina también son fruto de la preservación de su legado histórico: desde la iglesia parroquial de Santa María Magdalena, gótico-manuelina, hasta la iglesia matriz de Santa María del Castillo, que alberga un retablo único en la península Ibérica, pasando por la capilla del Espíritu Santo de la Santa Casa de Misericordia, la capilla del Sagrado Corazón de Jesús (en las escuelas parroquiales) y la iglesia de San Francisco, reabierta al culto recientemente tras muchas décadas en manos privadas.

La procesión de la Borriquita, el Domingo de Ramos, organizada por las cofradías del Descendimiento y de 'Los Obreros'; la estación de penitencia del Lunes Santo, con el paso de Jesús Nazareno con la Verónica enjugando su rostro y el de la Virgen de los Dolores, ambos también de 'Los Obreros'; la procesiones del Martes y Miércoles Santos, organizadas por la Hermandad de 'Los Coloraos', con un Jesús orando en el Huerto de los Olivos, el Jesús de la Caña Verde y la Virgen de las Angustias, el martes, y una flagelación de Jesús y una Virgen de la Esperanza... Son procesiones muy comunes a la tradición española, pero con tallas de un valor material y sentimental incalculable.

Y es que las hermandades y cofradías oliventinas, además de implicarse en la vida parroquial, no sólo mantienen su patrimonio artístico y monumental, sino que lo acrecienta cada año. Tal es el caso de la cofradía del Descendimiento, que este Jueves Santo estrena talla de San Juan Evangelista, obra de Miguel Ángel Domínguez Velázquez, que se ha convertido en imaginero de cabecera en la ciudad, al tallar varias imágenes a cofradías desde los albores del milenio; saldrá con el Cristo del Descendimiento, al que acompaña una María Magdalena, con el sonido de un timbal y una matraca, además de la Virgen de la Soledad bajo palio.

Procesión de las Banderas

Llegado el Jueves Santo, el centro neurálgico de los cultos está en la capilla del Espíritu Santo. Tras la misa preceptiva en varios templos, tiene lugar la procesión de las Banderas/Bandeiras, de la Hermandad de la Misericordia. Ataviados con una hopa o capa negra, los hermanos desfilan con diez banderas dobles o lienzos de principios del siglo XVIII, que representan la Pasión y Muerte de Jesucristo, a excepción de dos que actúan con guión y que presentan como tema a la Virgen de la Misericordia cobijando bajo su manto al pueblo portugués. La estación la abre el Cristo del Consistorio, una pequeño crucificado tallado en 1818 por el escultor real luso Joquim Joze de Barros.

Olivenza se caracteriza también por celebrar dos veces el Santo Entierro. La primera vez el Viernes Santo por la tarde, en la que la Hermandad de la Misericordia, con su guión, porta entre cuatro hermanos bajo palio un féretro, con la bandera de la Misericordia. A esa misma hora también aparece en la puerta de la iglesia de la Magdalena el 'Arruchao'/'Arrojão', un ropaje portado por un cofrade que simboliza las vestiduras desgarradas de Jesucristo y que anuncia su muerte.

La «panderinha»

Otro personaje clave con reminiscencias portuguesas es la «panderinha», que representa a la Verónica, que canta su sentimiento de dolor ante la muerte de Jesús y que desde que se recuperó hace pocos años la tradición representa la vecina Gema Corvo Cordero. La «panderinha» va delante del paso del Túmulo con la imagen de Cristo Yacente, de la Real Archicofradía, en el Santo Entierro de la noche del Viernes Santo, en la que también sale el trono con San Juan ('Los Obreros'), el paso de la Exaltación de la Santa Cruz (el Descendimiento), paso de palio de la Soledad y la Bandera de Sangre de 'Los Coloraos'.

Pasada la medianoche del Viernes al Sábado Santo, la última procesión es la del Silencio, con la Virgen de los Dolores de 'Los Obreros', en esta ocasión sin el acompañamiento musical de la Sociedad Cultural 'La Filarmónica' de Olivenza, las bandas de tambores de 'Los Obreros' y 'Los Coloraos' o de otras agrupaciones musicales de fuera, presentes en las procesiones precedentes. El sábado los cultos se reducen a la Vigilia Pascual.

Y el Domingo de Resurrección se cierra con otra particularidad de Olivenza: tras la misa de mediodía, tiene lugar la procesión Sacramental y la Bendición de los Campos, nuevamente con claros tintes alentejanos.

La Semana Santa de Olivenza, además de con sus actos litúrgicos, de cultos y devocionales, también contempla una variada oferta cultural, gastronómica y lúdica, aprovechando las sinergias del Ayuntamiento, la Parroquia y las Hermandades y Cofradías de la localidad que buscan que su Semana Santa sea declarada Fiesta de Interés Turístico Regional.

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