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Más de una veintena de niños y niñas vestidos de blanco, junto con las Mayas, han sido representadas en la Plaza de la Constitución.
La jornada celebrada el pasado 31 de mayo revive el alma de una de las tradiciones más bellas y emotivas de la cultura oliventina.
Esta tradición se mantiene cada año gracias al grupo de Coros y Danzas La Encina y la colaboración del Ayuntamiento.
La Rondalla de los mencionados Coros puso la música, envolviendo cada rincón con melodías propias de las raíces locales.
Tras la puesta en escena en la plaza de la puerta del Ayuntamiento, las Mayas se marcharon a la entrada de la Iglesia Santa María del Castillo, donde continuaron danzando.
Posteriormente, todos los participantes bajaron por la calle Francisco Ortiz y Espíritu Santo en dirección al Paseo Chico.
Una niña vestida de blanco, coronada de flores y rodeada de danzas, pétalos y sonrisas infantiles… 'Uma esmolinha prá maia prá um pandeiro que não tem dinheiro' como reza la tradición hispano-lusa.
Los 'Chaparritos' bailando a su alrededor, con cestos en mano y la ilusión de mantener viva una historia que une a generaciones.
Además, los Coros y Danzas 'La Encina' montaron casetas en el Paseo Chico desde donde despacharon comida a precios populares.
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