Alumnas como Elsa Aunión Estrada se turnan el ordenador en la familia, algo que evidencia la «brecha digital» existente. CEDIDA

Los dos colegios y el instituto de Olivenza se adaptan con dificultad a la educación a distancia

La crisis del coronavirus obliga a los docentes a emplear métodos de enseñanza inéditos para un alumnado confinado en sus casas durante el estado de alarma

Martes, 28 de abril 2020, 01:38

La crisis pandémica del coronavirus irrumpió en las aulas a escasas semanas de las evaluaciones del segundo trimestre del curso. La escalada de contagios en los días previos al decreto del estado de alarma puso el foco en colegios e institutos, donde diariamente conviven menores, que inicialmente presentaban los técnicos como asintomáticos, con docentes expuestos a ser también portadores del virus.

En Olivenza, como en el resto del estado, se vivieron unos idus de marzo un tanto confusos, en los que la propia Junta de Extremadura descartaba el cierre de los centros de enseñanza en la región el mismo día 12 para que apenas dos días después fuera decretado por el Gobierno en todo el territorio nacional. Era un síntoma de que ni las mismas autoridades eran conscientes de la gravedad de la situación.

Así que a partir del 16 de marzo las aulas se quedaron vacías y la comunidad educativa de los distintos colegios e institutos tuvieron que hacer frente a la nueva realidad: un alumnado confinado en sus domicilios a los que había que seguir transmitiendo conocimientos a distancia, empleando medios que en muchos casos suponen un desequilibrio en el acceso a la educación por parte del alumnado, especialmente motivado por la denominada «brecha digital» que está dificultando la realización de las tareas a menores que no disponen de medios tecnológicos adecuados ni fácil acceso a ellos fuera de casa.

Ha transcurrido un mes y medio de confinamiento y ahora la preocupación, especialmente de estudiantes y sus padres, es de cómo se afrontará el fin del curso, cómo serán las evaluaciones y qué dificultades se encontrará también el alumnado oliventino que, de superar Bachillerato, tengan que enfrentarse a las pruebas de acceso a la Universidad, donde también se vive una situación caótica en la que hasta el mismísimo rector ha creado una polémica con su «cualquier queja al Ministerio» con el que se ha desentendido de la suspensión de autorizaciones de movilidad para que los jóvenes universitario pudieran recoger sus enseres.

Pendientes del BOE y de Rayuela

Como el resto de docentes, las direcciones académicas de los centros educativos de Olivenza han estado en las últimas semanas con un ojo puesto en la plataforma Rayuela para cumplir con su labor profesional en las mejores condiciones y el otro en el Boletín Oficial del Estado (BOE), par asumir las directrices que las autoridades educativas están dando para afrontar la formación del alumnado en este curso académico tan anómalo.

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Pero si hay algo en lo que han tenido que afanarse los docentes es en poner en valor su profesión en este tiempo de crisis, empleándose a fondo para desmentir bulos (ya advierten que no se van a regalar los aprobados en las evaluaciones del tercer trimestre) y en tranquilizar a estudiantes, padres y madres, que se ven desorientados por el futuro de formación académica una vez concluya el curso.

Con la intención de reflejar la situación educativa en la ciudad y sus pedanías, en las últimas semanas HOY Olivenza ha contactado con las comunidades educativas de los dos colegios y el instituto oliventinos, el CEIP 'Francisco Ortiz López', las Escuelas Parroquiales del Sagrado Corazón y el IES 'Puente Ajuda'. En los próximos días publicaremos las distintas entrevistas que hemos estado realizando a una representación de los docentes, padres y estudiantes.

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