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Imagen del autoclave exibido como pieza del mes. CEDIDA
Un curioso autoclave de farmacia es la pieza de diciembre del Meegs

Un curioso autoclave de farmacia es la pieza de diciembre del Meegs

Este aparato servía para esterilizar bajo alta presión (como una olla) los materiales e instrumentos quirúrgicos de los que eliminaba los microorganismos patógenos

Jueves, 30 de noviembre 2023, 12:55

El Meegs, Museo Etnográfico Extremeño 'González Santana' ha elegido como pieza del mes de diciembre un curiosísimo autoclave.

Tanto este autoclave como otro de mayor tamaño fueron donados por José Alejandro y María Dolores Martín-Maestro Hernández. Ambos aparatos provienen de la farmacia que tuvo el padre de los donantes, José Luis Martín-Maestro Larrazábal, en Badajoz.

Un autoclave es un recipiente de presión metálico, con cierre hermético, que permite trabajar a alta presión para esterilizar, con vapor de agua, materiales e instrumentos quirúrgicos, eliminando todo tipo de microorganismos patógenos.

La pieza que se muestra está constituida, en su interior, por una caldera cilíndrica galvanizada; a ella se adapta una tapadera de bronce que se cierra ajustando unas mariposas o charnelas y asegurar un cierre hermético. En dicha tapadera se aprecian unos orificios a los que se adaptan: un manómetro con dos escalas para presión y temperatura; una válvula de seguridad y llave de purga para la salida de vapor.

En el interior de la caldera se descubre una placa metálica perforada, denominada diafragma, que se mantiene nivelada, mediante tres pies, a una calculada altura para evitar el contacto con el agua.

La producción de calor se conseguía mediante gas del alumbrado, gas butano, alcohol o electricidad.

Para su manejo era de vital importancia seguir los siguientes pasos: Comprobar el nivel del agua. Una vez introducido el material, cerrar la tapa ajustando los bulones. Encender el foco calorífico. Mantener abierta la válvula de purga hasta que saltase un chorro continuo de vapor, cerrándola en ese momento. Reajustar las tuercas por donde hubiera pérdida de vapor. Esperar hasta que el manómetro marcase la presión y temperatura requeridas. Transcurrido el tiempo necesario para la desinfección, se apagaba el sistema de calefacción. Se debía esperar hasta que el manómetro marcara cero. Había que abrir con cuidado la llave de purga para que saliera todo el vapor. A continuación, se aflojaban los bulones y se levantaba la tapa con precaución para evitar un posible golpe de vapor. Y se recuperaba el material introducido el cual ya estaría desinfectado.

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