La Escuela de Taekwondo cierra temporada con potenciales cinturones marrones y un tricampeón regional

La Escuela de Taekwondo de Olivenza ha concluido recientemente una temporada que algunos de sus alumnos adultos cierran con la vista puesta ya en la posibilidad de conseguir el próximo mes de octubre sus cinturones marrones y con un entrenador, Cástor Álvaro, que este curso se ha proclamado por tercer año consecutivo campeón regional por equipos y tercero en individual.

El oro por equipos, conseguido el pasado mes de abril por Álvaro en categoría Máster 1 del V Campeonato de Extremadura de Taekwondo, en la modalidad Poomsae, se suma a los conseguidos en las dos pasadas ediciones y al bronce en individual que este oliventino asegura que podría haber sido otro metal de no ser por las malas condiciones del tatami en el que se compitió.

Con estas medallas, logradas en una prueba en la que se reunieron cerca de 300 deportistas, llegados de Extremadura, Madrid, Castilla La Mancha y Portugal, cierra Álvaro el curso deportivo de la escuela oliventina en la que ha trabajado con 12 adultos y 16 menores, de 6 a 12 años, la Escuela Municipal de Taekwondo.

Sin poder realizar algunas innovaciones previstas, por falta de material, y reclamando una vez más que se dé mayor publicidad a la enseñanza de una disciplina como el taekwondo en la localidad, algunos problemas de salud y otros profesionales han impedido que el alumnado federado participe esta temporada en las competiciones deseadas por su entrenador.

Con la previsión de prepararse para incrementar dicha participación el próximo curso y lograr antes de final de año los cinturones marrones de algunos de sus alumnos, se cierra temporada y se abre la inscripción de las plazas integradas en la Escuela Municipal de Taekwondo.

Tanto para estas como para las clases de adultos, Cástor Álvaro anima a conocer un deporte muy aeróbico, en cuyos entrenamientos, dos veces por semana se combina combate, técnica y ejercicios para la práctica de una disciplina deportiva en la que la constancia y el respeto son esenciales.