Los familiares de Guillermo Fernández Vara lo presentaron ante la Virgen de la Soledad, de quien fuera capataz
El expresidente fue despedido por el mundo de la política y por sus vecinos, amigos y paisanos oliventinos que le arroparon en el exterior y en el interior de la Iglesia de Santa María Magdalena
Olivenza vuelve a llorar la perdida de uno de sus vecinos, en este caso ha sido el expresidente Guillermo Fernández Vara, fallecido el pasado 5 de octubre.
La Iglesia de Santa María Magdalena acogió, el 6 de octubre día del 67 cumpleaños de Fernández Vara, su funeral.
La ciudad vivió una gran afluencia de visitantes llegados de toda España para asistir al funeral del expresidente, quine fue acompañado, aplaudido y llorado en el exterior y en el interior por su familia, amigos, vecinos y representantes de la politica local, regional y nacional.
La homilía, según recoge el arzobispado de Mérida-Badajoz, fue oficiada por el arzobispo Monseñor José Rodríguez Carballo quien destacó la figura de Guillermo Fernández Vara como político cristiano.
El funeral fue concelebrado por los obispos de la Provincia Eclesiástica, D. Amadeo Rodríguez y 16 sacerdotes.
A él asistieron el presidente del Gobierno de España, además de numerosas autoridades locales, regionales y nacionales.
Al finalizar, sus familiares llevaron el féretro delante de la Virgen de la Soledad, de la que era muy devoto.
En sus RRSS la Hermandad expresaba su dolor ante la noticia del fallecimiento, «Con profundo pesar, la Hermandad de María Santísima de la Soledad lamenta comunicar el fallecimiento de D. Guillermo Fernández Vara, quien fuera durante 25 años capataz del paso de palio de nuestra Bendita Madre. Durante más de dos décadas, Guillermo guio con devoción, entrega y amor el andar de María Santísima de la Soledad por las calles de nuestra ciudad cada Viernes Santo. Su voz firme, su fe sincera y su ejemplo de servicio marcaron a generaciones de hermanos y costaleros, dejando una huella imborrable en la historia de nuestra Hermandad. '¡Al cielo con Ella!', como tantas veces gritó con el corazón, resuena hoy con más fuerza que nunca en el recuerdo de quienes compartieron con él su fe y su devoción».
«Elevamos nuestras oraciones a Nuestra Señora de la Soledad para que lo acoja bajo su manto y le conceda el descanso eterno junto al Señor. Que la Soledad lo tenga ya a su lado, y que desde el cielo siga marcando el compás de su Madre. Descanse en paz» finaliza la nota de la Hermandad de María Santísima de la Soledad.