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Conchi Rubio, Maruja Antúnez, Toni Berrocal y la concejala de Igualdad Isabel Rocha, en la calle de los Baldosines.
Tres mujeres imprescindibles en Olivenza

Tres mujeres imprescindibles en Olivenza

Maruja Antúnez, Conchi Rubio y Toni Berrocal recibieron el homenaje del pueblo de Olivenza con motivo del Día Internacional de la Mujer

juan miguel méndez peña

Viernes, 23 de marzo 2018, 17:07

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Este año, con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer, el Ayuntamiento de Olivenza ha instituido un reconocimiento público a mujeres anónimas que con su lucha constante y discreta han contribuido a lograr mayores cuotas de igualdad en la sociedad oliventina. Se trata del premio 'Olivenza, en clave femenina', con el que se pretende también involucrar a la ciudadanía. Para Isabel Rocha Gómez, concejala de Educación e Igualdad, «hace algunos años el Día de la Mujer se hizo algún reconocimiento a la mujer desde el Ayuntamiento, pero lo que ahora planteamos desde el equipo de gobierno es que las propuestas parta de la sociedad civil, de instituciones, colectivos o personas que a título particular planteen la candidatura de una mujer que merezca ser reconocida por su trayectoria vital».

Este año se registraron tres candidaturas: la de Maruja Antúnez Gómez, la de Concepción Rubio Antúnez y la de Antonia Berrocal Redondo. Las tres fueron citadas el día 8 de marzo al Ayuntamiento y a las tres se le reconoció su trayectoria, recogiendo el reconocimiento Maruja Antúnez en nombre de las tres.

Maruja Antúnez (Olivenza, 8 de marzo de 1937), nació y se crió en un ambiente de postguerra que educaba a la mujer para unos roles determinados y estrictos. Se casó muy joven con Máximo Martínez Lozano, de quien enviudó hace 19 años, y con quien tuvo dos hijas, Consuelo y Esmeralda, que le han dado a su vez tres nietos, dos niñas y un niño.

Su carácter luchador e independiente la hizo convertirse en pilar fundamental de su vida, especialmente cuando enfermó su marido. Con 50 años obtuvo el Graduado Escolar y entre 2004 y 2015 desempeñó la labor de presidenta del Hogar de Mayores de Olivenza, en cuya directiva permaneció durante 22 años, hasta su despedida con 78 años, en que le dispensaron también un homenaje.

Asegura, delante de un café y unos imperiales que hizo ella misma para la ocasión en el encuentro con este diario, que no se esperaba el homenaje. «Desde el pasado 8 de marzo somos siamesas Conchi, Toni y yo», asegura con la sonrisa y buen humor que la caracterizan.

«Vocación casual»

Conchi Rubio (Olivenza, 27 de septiembre de 1957) es conocida en Olivenza por su labor como locutora al frente de la radio y televisión local. Asegura que entró en la radio de forma casual, siendo por tanto su vocación «casual». Hasta el momento había sido empresaria del sector comercial-audiovisual y la llamaron para participar en un programa especial sobre la Feria de Olivenza en la radio local, de Onda Cero. Discrepa de quien dice que ella es pionera en la radio, pues recuerda que antes estuvo Asunción 'Chon' Piñero, con quien estuvo trabajando un corto período de tiempo.

«Empecé sin sueldo y sólo ganaba el porcentaje de publicidad», recuerda Rubio de sus inicios profesionales en los medios. En los años 90 recibió una llamada del Ayuntamiento para trabajar en la televisión local; «lo decidí de un día para otro, no me lo pensé y no me arrepiento, pues aprendí muchísimo en los dos años que estuve en la tele, hasta que volví a Onda Cero», explica Conchi Rubio.

Casada, con tres hijos y un nieto, Rubio asegura que «este homenaje ha sido para mí importante, pues pertenezco a un sector de mujeres de Olivnza que se lo merecen igualmente».

Mujer y emprendedora

Toni Berrocal (Alconchel, 10 de febrero de 1960), lleva 37 años en Olivenza, y comenzó bien joven como empresaria. Comenzó en Alconchel, donde su madre, Antonia Redondo Tortosa, bordaba a mano y hacía punto con las máquinas que tenía. «No me gustaba estudiar, así que como siempre me dijeron que una persona pobre si no estudia tiene que trabajar, decidí empezar a formarme en el sector de los bordados», explica Berrocal, quien recuerda que comenzó haciendo prendas gratis y ropa de bebé que llevaba como muestras a las peluquerías de Olivenza.

Empezó a cobrar sus trabajos cuando se dio de alta como autónoma y montó una academia. «Fue la primera iniciativa local de empleo que se montó en Badajoz, con una ayuda de 100.000 pesetas tramitada por la agente de Desarrollo Local, Palmira Barrena Calderón en la Junta», recuerda Toni Berrocal, cuyo primer trabajo fue un capote bordado con la Virgen de la Luz de Alconchel, por encargo de la madre de Juan Carlos Lancho Nogales. También recuerda que los primeros cursos fueron gratuitos e iba dándolos por los pueblos de alrededor, además de vender máquinas de coser, arreglarlas, ir a ferias de muestras a otras regiones, etc. «Llegué a tener hasta nueve personas trabajando y decidí no crecer más tras instalarme en la nave del polígono y trasladar la tienda junto al palacio de Justicia, desde al lado de la plaza de toros», apunta Berrocal.

Conciliación familiar

Las tres coinciden en que por el tiempo que les ha tocado vivir era más difícil desarrollarse académica y profesionalmente, pues tuvieron que asumir también el papel de llevar la familia y combatir ciertos estereotipos sociales.

Consideran que las mujeres jóvenes de ahora superan a las de otras generaciones en muchos aspectos, pero lamentan que en muchos casos no sepan aprovechar las oportunidades que les da el sistema para estudiar y desarrollarse como personas para evitar tener que depender de nadie en el futuro.

Tres mujeres, tres hijas de España y nietas de Portugal que, feminizando la conocida frase de Bertolt Brecht, podría decirse que han luchado toda una vida y que, por tanto, esas «son las imprescindibles».

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