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A.P
«Quiero que el que venga a la Iglesia sepa que se va a ir mejor, lleno de paz»
Jesús Chacón Jiménez Arcipreste de la Comarca y Párroco de Olivenza

«Quiero que el que venga a la Iglesia sepa que se va a ir mejor, lleno de paz»

Cuidar el patrimonio artístico de Olivenza, que es uno de los más importantes de la diócesis, y darle uso para la liturgia y como cauce de evangelización es una de mis prioridades

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Jueves, 17 de noviembre 2022, 17:55

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D. Jesús Chacón Jiménez nació el 18 de junio de 1980 en Badajoz, aunque se crio en Puebla de la Reina. De padre agricultor y madre maestra, es el mayor de dos hermanos. Cursó sus estudios en Puebla hasta que a los 13 años ingresó en el Colegio religioso de los Jesuitas, en Villafranca de los Barros, donde permaneció cinco años. Al acabar COU sintió la vocación y al finalizar la selectividad, en 1998, ingresó en el Seminario de Badajoz donde fue ordenado cura en junio de 2010.

Ha estado en las Parroquias de Puebla del Maestre, Pallares y Santa María, ha sido Arcipreste de Fuente de Cantos y formador del seminario Menor, así como capellán del colegio Diocesano hasta el 19 de julio, día en que tomó posesión de las parroquias de Valencia del Mombuey y Villanueva del Fresno.

El arzobispo de Mérida-Badajoz, D. Celso Morga Iruzubieta, firmó el pasado 29 de junio su nombramiento como párroco 'in solidum' de Olivenza, de Villarreal y de San Benito de la Contienda. Siendo, además, el moderador de la cura pastoral, ejercida solidariamente con D. Francisco J. Romero Galván. Chacón y el Arcipreste de la Comarca de Olivenza.

Integración

-¿Cómo está siendo su integración en Olivenza?

Pues estoy en el proceso de ir conociendo la parroquia con sus actividades, sus grupos y sobre todo a las personas que viven la fe en este pueblo. Cada persona merece ser escuchada, acompañada, conocida para llevarla al Señor. Esto tiene su tiempo y todavía estoy empezando.

-¿Qué dificultades y beneficios tiene una comunidad tan grande?

Los beneficios son que hay muchos más grupos parroquiales y son muy diversas y ricas las actividades en la parroquia. Hay un grupo muy numeroso de colaboradores y muchos niños y jóvenes, así como de familias donde trabajar en la pastoral.

Las dificultades son que al ser el pueblo tan grande podemos caer en la tentación del individualismo y perdamos la dimensión comunitaria, de familia, a la hora de vivir la fe.

-¿Qué proyectos tiene para la parroquia?

Seguir acompañando a niños y jóvenes en sus procesos de iniciación cristiana junto a los catequistas haciéndolos que participen en la vida litúrgica sobre todo en las grandes fiestas cristianas, así como en la vida de caridad con actividades sociales de cuidado de pobres y ancianos.

Seguir acompañando a los ancianos y enfermos celebrando la Eucaristía en las residencias de ancianos, que hay tres en Olivenza, así como visitando a los ancianos en sus casas. Todo esto junto al numeroso equipo de pastoral de la salud.

-¿Hay muchas hermandades y cofradías?

La presencia de hermandades y cofradías es muy significativa en Olivenza y ocupan mi preocupación pastoral. Desde pequeño he participado junto a mi familia de hermandades y en ellas he vivido la fe y la liturgia sobre todo en semana santa. Conozco bien estas realidades y creo que la religiosidad popular es un campo muy importante para la evangelización en los tiempos que vivimos ya que hay un gran número de jóvenes y mayores que sólo se acercan a Dios y a la Iglesia a través de las imágenes sagradas de Cristo y de su Madre la Virgen.

La vivencia de la Caridad es muy importante en la parroquia. Caritas de Olivenza realiza un trabajo muy importante. Hay que acompañarlos y animarlos en esa gran labor que refleja el rostro misericordioso de Cristo a los que sufren la pobreza u otras necesidades.

El patrimonio artístico de Olivenza como es sabido es de los más importantes de la diócesis. Cuidarlo y darle uso para liturgia y como cauce de evangelización es una de mis prioridades.

Villanueva del Fresno

¿Usted ha estado siete años en Villanueva qué mejoras realizó en ese tiempo?

Lo primero fue poner una puerta nueva en una de las entradas, se cambió toda la instalación eléctrica, entrándola por dentro de la pared, (para lo que la Iglesia estuvo cerrada tres meses), se instalaron nuevos focos, se renovó la pintura y se hizo una limpieza a fondo, esta mejora se importó más de cuarenta mil euros, que fueron sufragados íntegramente por el pueblo.

Después se arregló la casa parroquial en la que se renovaron las tuberías, el suelo, los cuartos de baño, una obra de más de treinta mil euros. También se arregló el Centro Parroquial al que se le dio claridad y amplitud al tirar algún tabique, se picaron las paredes y se renovó la instalación eléctrica. Se han renovado los bancos de la Iglesia y se ha pulido el suelo, todo ello con un coste de 34.000 euros. La mesa del altar también se renovó por 6.000 euros y se restauró a la Virgen de la Esperanza, que sale en el encuentro del Resucitado, a la que se le ha hecho un retablo para su instalación en la Iglesia por valor de 5.000 euros. Además, se ha adquirido una alfombra para el altar mayor y se han restaurado diversos objetos de plata.

¿Le quedó alguna reforma por hacer?

-Pues sí, me ha quedado presenciar la restauración del Retablo de la Piedad, que ya se está gestionando por parte de la Junta de Extremadura, gracias a que el alcalde ha ayudado bastante a ello. Otra cosa inminente será la pintura de la fachada que ya está cerrado con el pintor.

Aportaciones de vecinos

¿Las arcas parroquiales villanovenses se quedan a cero?

No, este es un pueblo muy colaborativo que es generoso con la Iglesia y siempre aporta lo que puede, aparte están las aportaciones de los sacramentos y las colectas y si hay un proyecto especial la gente se vuelca y se reciben donativos.

-A nivel de comunidad, ¿qué cambios ha habido en este tiempo?

-Los tiempos nos son los mismos de antes y más después de una pandemia, pero estoy muy contento porque todo sigue su ritmo normal (catequesis, hermandades, etc.). Yo he intentado hacer celebraciones con los niños y recuperar tradiciones, procesiones y algunos actos como la Infancia Misionera, el Rosario, entre otras, para que de alguna manera todos tengamos una vinculación con la Iglesia.

Yo quiero que la Iglesia siempre esté abierta con el cura disponible y que la gente tenga confianza conmigo para contarme su problema, tenga más o menos fe, como un hospital de misericordia, y mi lema es que: 'el que venga a la Iglesia sepa que se va a ir mejor de como ha venido' porque le voy a escuchar y a darle paz y consuelo.

-¿Se sintió acogido en Villanueva?

Desde el primer momento me vi muy acogido, estaba muy lejos de mi casa, mis padres me visitaron muy poco, pero me sentí en mi casa. Me he visto rodeado de armonía y de cariño. Y a Villanueva me lo llevo en el corazón porque allí he estado estupendamente. Han sido siete años de los mejores de mi vida.

-¿Dentro de su evolución pastoral aspira a seguir asumiendo cargos?

-Hasta ahora lo que he hecho es obedecer. Yo aspiro a ser un buen cura en el día a día, los cargos traen muchas preocupaciones y sinsabores y roban energía para la labor parroquial.

El pasado 8 de septiembre D. Jesús Chacón recibió la 'Encina de Plata', máximo galardón del Ayuntamiento de Villanueva del Fresno, por su labor para preservar el patrimonio villanovense. El párroco ha dejado una gran huella en esta localidad por su carácter afable y su buena disposición

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