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Jueves, 14 de abril 2022, 00:26
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Este año el mundo cristiano volverá a celebrar la Semana Santa de la forma tradicional, aunque con ciertas restricciones aún por la pandemia. Hablamos con María del Carmen González Márquez (Olivenza, 14 de febrero de 1952), que desde 2016 es Hermana Mayor de la Oración en el Huerto, de la que forma parte desde hace décadas y que en la que siempre ha participado activamente, formando parte de su cuadrilla de costaleras durante 16 años e incluso restaurando elementos de su rico patrimonio artístico.
− ¿Qué le llevó a entrar en el mundo cofrade oliventino, en concreto en 'Los Coloraos'?
− Mi vinculación comienza una vez aquel grupo de jóvenes, entre ellos Antonio Leyras, refundaron a finales de los años 70 la Hermandad que se había creado en 1956. Ese grupo de jóvenes comenzó a darle vida otra vez a la Hermandad. Comenzaron a salir 50 hermanos, y a nosotros nos hizo mucha ilusión ver ese comienzo para los Martes y Miércoles Santos, que por entonces no había procesiones en Olivenza. Nos empezamos a animar y al año siguiente, una vez que teníamos conocidos y familiares ya en la Hermandad, entramos un grupo de mujeres, pues por entonces se necesitaban también nuestras manos, y empezamos tirando una de las otras. Por entonces era una hermandad de hombres, pero las mujeres empezamos a participar como camareras, ayudando en todo. Fue pasando el tiempo, la Hermandad fue prosperando, y veíamos en la gente la ilusión de ver cómo cada año sacaba una novedad. Y así nosotros trabajábamos y colaborábamos con más ganas.
Una vez creció el número de hermanos y hermanas, la Cofradía se hizo mixta, porque comenzamos a sacar la Virgen de la Esperanza el Miércoles Santo cuando llevábamos tres o cuatro años saliendo, y empezamos a salir de mantilla ese día.
Después vimos que era necesaria la restauración de dos de las imágenes titulares históricas muy deterioradas, el Señor de la Caña Verde y el Señor amarrado a la Columna, y una vez recuperadas gracias a la colaboración del pueblo, empezaron a salir con la Virgen de la Esperanza. Y ahí surgió la idea de crear el grupo de costaleras, porque el paso que llevábamos antes era el de la Virgen, y ahora es el del Señor de la Salud o de la Caña Verde.
− Por lo que puede decirse que su Hermandad es pionera en la incorporación de la mujer en el mundo cofrade…
− Así es, pues aunque no lo pidieras, se veía el trabajo que desarrollábamos y lo necesarias que éramos. Por eso surgió la idea de crear un grupo de costaleras que causó sensaciones, pues que una mujer llevara el paso del Cristo no era muy corriente en los años 80. Todo el mundo estaba con la curiosidad, pues nuestra Hermandad siempre impresionábamos a los fieles con novedades cada año, demostrando cómo íbamos avanzando en nuestros proyectos. Incluso personas que no eran cofrades colaboraban con nosotros, porque veían que todo lo que nosotros sufragábamos se veía al año siguiente, y eso les daban motivaciones para colaborar.
− ¿Qué es lo que caracteriza a su Cofradía respecto al resto de hermandades de Olivenza?
− Esta Hermandad es portadora de proyectos e ilusión, de forma indudable.
− ¿Cómo han vivido estos dos años de pandemia en la Cofradía y qué labor parroquial han realizado?
− El primer año, sobre todo, echando mucho de menos la Semana Santa… Se notaba que algo faltaba… La Covid-19 nos hizo sentir miedo, pero a la vez también pena de que no pudiéramos disfrutar como todos los años de estas vivencias. Así que lo llevamos con resignación porque no nos quedaba otra… Pero el año pasado, el segundo año de pandemia, vivimos una experiencia única, pues al poder ya organizar cultos en el interior de las iglesias, hicimos un altar a nuestras imágenes titulares para rendirle culto que causó mucha sensación, pues era algo poco corriente, y donde se demostró el gran trabajo que se hizo por parte de nuestros hermanos, y de mucho riesgo: porque coger las canastillas y faldones del paso y crear un altar, haciendo un trono subiéndose en unas escaleras enormes… Es algo que no se puede explicar.
− ¿Por qué se caracteriza un cofrade de 'Los Coloraos'?
− Por el trabajo y la colaboración de todos… Somos, la verdad, muy unidos. Es cierto que cada uno tiene su trabajo y sus obligaciones, pero la verdad es que cada vez que requerimos ayuda, enseguida muestran su dedicación… Disponemos de una organización muy detallada y perfeccionista.
− Para usted, ¿cuál es el momento más emotivo de la Semana Santa de Olivenza?
− Para mí el momento más emotivo ha sido cuando salí en la primera cuadrilla de costaleras, grupo en el que he estado dieciséis años... Con la vivencia de ser costalera experimentas el significado de la fe. Son emociones que no se pueden definir, pero es donde yo experimenté debajo del paso lo que es la palabra fe.
Y otra de las cosas que todavía recuerdo de una Semana Santa, porque tuve sensaciones difíciles de explicar, fue cuando en el 25º aniversario de la Virgen de la Esperanza y lo quisimos celebrar regalándole a la Virgen una ramita de olivo de plata, que representaba al pueblo de Olivenza, y yo como Hermana Mayor ser la encargada de poner en sus manos esa ramita de olivo en nombre de todas las personas que habían colaborado, para mí fue lo más grande y más emotivo, por el significado que tiene. Cada vez que lo recuerdo parece que lo estoy reviviendo.
− ¿Cómo se ha presentado este Martes y Miércoles Santos y qué novedades tiene este año 'Los Coloraos'?
− Normalmente, como todos los años. La novedad de este año es que hemos restaurado el paso del Cristo, porque después de tantísimos años no estaba en su plenitud por el uso, con arañazos y demás. Y eso ha sido posible gracias a una peña del Euromillón que hemos formado, con la que hemos sufragado el importe de la restauración del paso.
− ¿De qué manera participan en la vida de la comunidad parroquial el resto del año?
− Nuestra Hermandad participa activamente en la limpieza de la parroquia, en la ayuda a Cáritas, y en todas las necesidades con las que cuenta. Otra iniciativa bonita que tenemos con nuestros hermanos es felicitar a quienes tienen más de 80 años, y le regalamos un pequeño ramo de flores y un pergamino por cada cumpleaños, teniendo un pequeño detalle con ellos para decirles que estamos con ellos y que nos acordamos de ellos. Y eso ellos lo agradecen en el alma, porque les hacen sentirse vivos y que su Cofradía están con ellos.
− ¿Qué proyectos de futuro tienen en la Cofradía?
− Uno de los proyectos que tenemos es terminar de reformar el techo del palio de la Virgen.
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