En los momentos difíciles la condición humana demuestra que el individuo saca lo mejor de sí mismo en beneficio de la comunidad. Así se está demostrando en las últimas semanas del estado de alarma por la crisis sanitaria del coronavirus, en que la población está teniendo más tiempo para reflexionar y apreciar el verdadero valor de las cosas desde el confinamiento domiciliario.
En Olivenza, como en el resto de municipios de Extremadura y el resto de España, del ensimismamiento en el que los hábitos sociales tenía sumida a la población se ha pasado a que la solidaridad y la fraternidad entre quienes comparten una misma preocupación o sufrimiento sea la tónica general.
En los primeros días en que se atisbaba la dimensión de esta pandemia, un grupo de oliventinos se puso manos a la obra y decidió canalizar esa solidaridad individual y ponerla al servicio de la colectividad. Fue el empresario local, Carlos Licha Álvaro, quien, al sentir la impotencia y preocupación por la situación, puso en marcha el 20 de marzo un grupo en Facebook, 'Ayuda en Olivenza'. «La idea surgió espontáneamente a raíz de una conversación en casa, al ver que había mucha gente con necesidades y que la mejor manera de ayudarles era uniendo a personas».
La España de los balcones y los aplausos diarios a las 20.00 horas dio paso inmediatamente a la España de la ayuda en acción. Que el grupo en la red social llegara en la primera semana a superar los 1.000 miembros dice mucho de esa condición humana. Hoy supera las 1.700 personas de Olivenza, pero también del resto de la comarca, que cada día publican anuncios ofreciendo ayuda en cualquier ámbito o demandando pequeñas cosas. Es la sociedad organizada, en la que las personas ponen lo mejor de sí mismas para superar las adversidades.
Talleres de costura de batas y mascarillas con material donado por empresarios y particulares, impresión de pantallas de protección sanitaria en impresoras 3D, conciertos musicales diarios a cargo de músicos locales, talleres de animación infantil por internet, ofrecimiento para realizar compras de alimentos o medicamentos para personas más vulnerables, apoyo académico a menores, acompañamiento a mayores, asesoramiento laboral, apoyo informático, ayuda psicológica por teléfono a quien lo necesita, composiciones musicales para levantar el ánimo durante esta crisis... Una ola de solidaridad que se ha reflejado en el lema '¡Ánimo, Olivenza!'
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