Eva María Nevado
Lunes, 22 de febrero 2016, 10:17
La necesidad de que las nuevas generaciones asuman el papel de transmisoras del bagaje cultural que suponen ritos y cultos antiguos fue el principal mensaje de la charla impartida el pasado viernes por el profesor y licenciado en Historia Antigua por la Universidad de Extremadura, Luis Alonso Rubio Muñoz, en el Museo Etnográfico Extremeño González Santana.
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Algunas de esas tradiciones, como es el caso de la medicina popular basada en las plantas, han perdurado e incluso servido de base para tratamientos médicos que en la actualidad se emplean, y otras más relacionadas con creencias se han mantenido intactas en unos casos, en otros se han visto modificadas por las sucesivas culturas que habitaron las poblaciones y en ocasiones fueron arrasadas por la Inquisición.
De todas ellas, las generaciones actuales son depositarias y, como señaló Rubio, se crea o no lo importante es no dejar perder esa parte de la Historia del ser humano que ha llegado hasta nuestros días desde épocas tan lejanas como la Edad del Bronce, dejando señales incluso en los topónimos que dan nombre a las localidades o en la ubicación de lugares sagrados que distintas religiones han mantenido a lo largo de los siglos.
Durante la conferencia Pervivencia de ritos y cultos antiguos en la Raya de Portugal, Luis Alonso Rubio hizo un repaso por algunas de esas tradiciones que en lugares como la Raya constituyen un importante acervo de gran interés antropológico, ya que la existencia de pequeños núcleos de población ha facilitado su transmisión.
Juegos, cuentos, medidas de origen prerromano o la etnobotánica -relación entre grupos humanos y su entorno vegetal- son evidencias que en nuestro día a día dejan ver ese legado de generaciones; un legado en cuya difusión y transmisión tuvieron un papel clave actividades humanas como la trashumancia, recordó Rubio.
Madre naturaleza
Cultos a los árboles como elemento aglutinador; a los animales, como por ejemplo el ciervo, cuya muda de cornamenta le confiere una simbología relacionada con la muerte y la vida; los cultos al agua, cuya importancia queda patente en la cercanía de muchos santuarios con fuentes y manantiales; y los cultos lunares, documentados ya desde época fenicia y relacionados con el temor a un elemento que no muestra siempre la misma cara, son algunos ejemplos de ritos y tradiciones que con el filtro del tiempo han llegado hasta nuestros días.
Gran número de estas tradiciones, ritos y cultos asociados a la Naturaleza se pueden encontrar aún en la Raya hispano-portuguesa y «nosotros somos el último eslabón de la cadena» de su transmisión, advirtió Rubio, quien ha sido director en diversas excavaciones arqueológicas, autor de varios trabajos científicos sobre Arqueología, Historia Antigua y Etnografía, y en la actualidad profesor de Historia, en el Instituto de Educación Secundaria San Fernando de Badajoz, labor que también desempeñó en el I.E.S. Puente Ajuda de Olivenza.
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Rubio participó también en la catalogación y montaje de los fondos arqueológicos de la primitiva sede del Museo Etnográfico Extremeño González Santana de Olivenza y ha sido desde entonces colaborador habitual de esta institución.
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