Una isla mágica para aprender a convivir con la diversidad
Alumnado de Educación Infantil y usuarios de Aprosuba-14 Plena Inclusión compartieron ayer una jornada de juegos y convivencia para enseñar a los menores a normalizar la discapacidad.
Eva María Nevado
Viernes, 4 de marzo 2016, 10:49
Las instalaciones de la Asociación de Personas con Discapacidad Física y Psíquica de la Comarca de Olivenza, Aprosuba-14 Plena Inclusión, se transformaron ayer en una isla mágica en la que no faltaban el mapa del tesoro, las huellas que marcaban el camino a seguir e incluso algún pirata que custodiaba un cofre lleno de sorpresas.
Esta transformación respondía a una iniciativa de convivencia entre usuarios del centro y alumnado de Educación Infantil del Colegio Francisco Ortiz, que partiendo de un dinámico juego buscaba que los más pequeños aprendan a convivir con la diversidad y no acercarse a ella con ningún prejuicio.
Esta jornada de convivencia con un trasfondo de sensibilización surgió a raíz de una visita programada por el colegio oliventino para conocer el invernadero, que se decidió transformar en una actividad más completa en la que pudieran convivir menores y usuarios de forma más cercana para conocer de cerca a las personas con discapacidad.
«Cambiar desde la base es mejor porque los niños y niñas tienen aún una mentalidad más limpia y sin prejuicios al acercarse a la discapacidad», explica a HOY Olivenza Marta Mero, coordinadora y psicóloga de Aprosuba-14 Plena Inclusión.
Un total de 60 niños y niñas de tres años participaron guiados por los propios usuarios de los cuatro servicios de Aprosuba-14 en las aventuras basadas en las diferentes funciones de cada uno de esos servicios.
Pintura con las manos, talleres de manualidades y carpetas, elaboración de brochetas de frutas, una visita al invernadero y una divertida prueba final enmarcada en el servicio de Atención Temprana, en la que buscar monedas de chocolate en un cofre del tesoro lleno de bolas de colores, fueron las actividades que permitieron disfrutar de una convivencia que concluyó con una representación teatral.
Monitores, usuarios y alumnado participaron en los talleres identificándose con un dibujo de un sol y siguiendo huellas amarillas en el caso de la actividad de pintura, con un trébol en el taller de manualidades y con un dibujo de flores para la visita al invernadero. También hubo quien lució un gorro pirata, parche en el ojo y un divertido loro.
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