Hermandades y Cofradías optan por recorridos procesionales propios para el recogimiento

Las procesiones de Jueves y Viernes Santo han modificado en esta Semana Santa sus recorridos para llegar a las calles más antiguas de la localidad

Eva María Nevado

Lunes, 28 de marzo 2016, 20:55

Los recorridos procesionales de la Hermandad de Nuestra Señora de la Misericordia y de la Cofradía del Descendimiento, así como la Procesión del Santo Entierro han optado en esta Semana Santa por recuperar el paso por las calles más antiguas de la ciudad, lugares que aportan el recogimiento propio de dichas procesiones.

Publicidad

La primera de las procesiones del Jueves Santo, la Procesión de las Banderas, inició su recorrido desde la Capilla de la Santa Casa de Misericordia, una hora después de lo anunciado, realizando su ruta a la inversa de lo habitual; es decir, comenzando por la calle Fernando Alfonso y retornando por Moreno Nieto.

Antes de la salida del cuadro de la Virgen de la Misericordia, con un lazo negro en memoria de los hermanos fallecidos, se repartieron velas entre los asistentes y se les invitó a seguir la procesión hasta La Farrapa, donde es tradición visitar el Monumento al Santísimo, algo que hicieron unas 50 personas.

Llegada la medianoche, las puertas del templo de Santa María Magdalena se abrieron para dar paso a la salida de los pasos del Santísimo Cristo del Descendimiento y María Santísima de la Soledad, que en esta Semana Santa procesionaron, como ya lo hicieran el pasado año, por algunas de las vías más antiguas, que otorgan a esta procesión, conocida popularmente como la del silencio, el entorno que requiere.

La salida del Cristo del Descendimiento se llenó de emotividad cuando tras los primeros pasos por la Plazuela de La Magdalena se detuvo para escuchar la saeta que la cantante pacense Nayara Madera le dedicó; acto que más tarde repitiera a la salida del paso de la Virgen de la Soledad, a la que un cantaor anónimo dedicó también su interpretación desde un balcón.

El paso con la imagen de Cristo contaba como novedad en esta ocasión con una base de corcho en la que la cruz aparecía insertada. Las potencias que se pueden ver sobre la cabeza de la talla del Cristo fueron además restauradas para la ocasión. En su recorrido, los y las cofrades portaron además el varal restaurado para el estandarte SPQR.

Por otro lado, el paso de la Virgen lució una crestería del palio restaurada y estrenó en este Jueves Santo los faroles de cola, que ya acompañaran el pasado mes a las imágenes titulares de la Cofradía en el Triduo celebrado en su honor.

Publicidad

A su regreso al templo y tras el descendimiento, el paño que albergó el cuerpo de Cristo ante el altar lució un escudo bordado en oro por dos mujeres y un hombre de la Cofradía durante el curso de bordados organizado por la misma.

Viernes Santo

El Santo Entierro optó también, tanto en la procesión de la tarde como en la de la noche, por recorridos que tuvieran como escenario las calles más emblemáticas. La Hermandad de Nuestra Señora de la Misericordia comenzó así por la calle Francisco Ortiz, en dirección a la Plaza de Santa María del Castillo, Luis Zambrano, Santa Quiteria, San Juan, Díaz Brito, Plazuela de la Magdalena, Duques de Cadaval y Francisco Ortiz de regreso a la Capilla de la Santa Casa.

Publicidad

Imágenes y cofrades acompañaron al Cristo yacente en el féretro de cristal, junto a elementos representativos de esta procesión como el arrojão o paño negro que para unos representa las vestiduras de Cristo y la padeirinha, mujer joven que se asemeja a la Verónica y que con su canto en la salida del templo muestra el dolor por la muerte de Jesús.

La procesión, organizada por la Real Archicofradía de Nuestro Señor Jesús de los Pasos, en colaboración con todas las Hermandades y Cofradías, dejo en esta ocasión bellas imágenes a su paso junto al lienzo de la muralla oliventina junto a la calle Lope de Vega así como a su paso por las puertas de la misma.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

PRIMER MES GRATIS. Accede a todo el contenido

Publicidad