Los ecos eucarísticos vuelven a resonar en la Iglesia de San Francisco

Ya desde la calle José Soto se podía apreciar ayer un intenso aroma a incienso procedente de la Iglesia de San Francisco, que en el día del santo al que está dedicada abrió de par en par sus puertas para acoger la celebración de una eucaristía por primera vez en 15 años.

Con esta celebración se inicia la apertura continuada del templo, anunciada recientemente por Francisco Julián Romero Galván, nuevo párroco de la localidad, quien informó de que las puertas estarán abiertas inicialmente de martes a viernes, de 10 a 14 horas, y de que por el momento no se contará con el Santísimo Sacramento en el templo.

A la espera de poder contar con personal que permita ampliar el horario, el sacerdote agradeció al término de la misa la disponibilidad del propietario del inmueble, el gran trabajo de la Cofradía de Jesús Nazareno y la Santísima Virgen de los Dolores Los Obreros, así como del Ayuntamiento de Olivenza y todas aquellas personas que han colaborado para hacer realidad una apertura que ayer emocionaba de forma especial a Los Obreros.

Acompañado de José María Sánchez Hernández, vicario parroquial de Santa María del Castillo y Santa María Magdalena, Romero ofició una misa en la que miembros de la Cofradía de Jesús Nazareno presentaron el pan y el vino y escenificaron la entrega a los demás predicada por San Francisco en las ofrendas de una cesta de prendas infantiles y otra de alimentos.

Con la bendición de la imagen de San Francisco, que ayer presidió la celebración a pie de altar, concluyó una eucaristía que marca una nueva fecha especial en un templo adosado al convento del mismo nombre levantado en el último cuarto del siglo XVI, ocupado por monjes franciscanos en 1.594 y que en el siglo XIX funcionó también como Hospital.

Esta iglesia, que alberga algunas de las imágenes que se pueden ver en la Semana Santa oliventina y es sede de la Cofradía de Los Obreros, fue lugar de enterramiento de la venerable Sor María da Cruz, así como de diversos militares y otras figuras menos conocidas como Margarida Rois (Rodriguez), mujer del maestro cantero André de Arenas, autor de la fachada de la iglesia de Santa María del Castillo de Olivenza; María Rosa Guitarra/de Mira, mujer del cirujano oliventino Francisco Pires de Ataide; o Juan Díaz de los Arcos, boticario mayor del Real Hospital Militar de Olivenza.

Menos conocido es el hecho de que la hoy denominada Plaza del Callao, situada a las puertas de la Iglesia de San Francisco, templo que hasta ahora solo se abría en Semana Santa y para el Besamanos de la Virgen de los Dolores, fue camposanto de la ciudad hasta mediados del siglo XIX.