Un viaje al interior de las emociones con un billete cargado de solidaridad

La Filarmónica de Olivenza condujo ayer un nuevo viaje al que se sumaron cientos de pasajeros, con salida en la Casa de la Cultura, destino a su propio interior y un billete cargado de solidaridad.

El concierto didáctico de la centenaria banda estuvo dedicado en esta ocasión al vínculo entre emociones como nostalgia, miedo, ira, amor, felicidad o alegría y la música, mostrando como ésta puede generar o despertar esas emociones trayendo a nuestra memoria recuerdos de momentos especiales.

A través de canciones como Thriller o Happy y bandas sonoras de películas como La Misión, King Kong, Leyendas de pasión, Shrek o largometrajes de Pixar, se mostró como la música genera también esas emociones.

Con Juanma González, músico de La Filarmónica desde hace 25 años y responsable de la Biblioteca Pública Francisco de Peñaranda de Barcarrota, y su joven ayudante Francisco Javier Panizo como divertidos maestros de ceremonias se fueron sucediendo interpretaciones musicales y dramatizaciones a cargo de la Compañía de Teatro Noriega y la comparsa oliventina Donde vamos la liamos.

La búsqueda de un dulce tesoro pirata, con la participación de algunos niños y niñas presentes entre el público; los miembros de la comparsa caracterizados como zombies bailando al ritmo de Thriller; los sorteos de dos lotes escolares y una Tablet y el aplauso de despedida para Javier Pacheco Alvero, músico de La Filarmónica que se marcha fuera de Olivenza, fueron algunos de los momentos especiales de la tarde.

El concierto La música y las emociones concluyó con la intervención de Carmen Antúnez, presidenta de la Asociación de Fibromialgia y Fatiga Crónica de Olivenza (Afibrol), asociación a la que en esta edición se ha destinado parte del precio de la entrada que el público debía abonar.

Antúnez agradeció a público y Filarmónica la ayuda no sólo económica sino también de difusión de la actividad que realiza la asociación que preside y aseguró que entre todas las emociones vividas la de sentir esa ayuda y apoyo fue la mejor. Con la entrega a Joaquín Carballo, presidente de La Filarmónica, de una de las manualidades elaboradas desde Afibrol terminó una velada que se despidió al ritmo de Happy.