Sonríe Olivenza abre ‘las puertas de su corazón’ en el Día Mundial del Cáncer de Mama

Desde primera hora de la mañana la sala-comedor del Albergue Municipal de Olivenza, hasta la que se podía llegar siguiendo un camino de lazos impresos y colocados en el suelo, se ha teñido del rosa de la solidaridad en este Día Mundial contra el Cáncer de Mama.

En este lugar las componentes de la asociación de apoyo a mujeres con cáncer de mama, Sonríe Olivenza, están celebrando hoy su Jornada de Puertas Abiertas en la que se puede ver todo el proceso de elaboración de los corazones de tela dirigidos a mujeres hospitalizadas por esta enfermedad, así como de los gorros kimo-kap para menores de las plantas de oncología infantil hasta las que también llevan unos ratoncitos de tela para guardar los dientes que pierdan.

Sobre las mesas preparadas para la ocasión se pueden ver, junto a la información sobre Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM) al que se donaron 6.000 euros el pasado año, los patrones de cada pieza de tela y el miraguano que se utiliza para su relleno, que esta mañana llevaban a cabo algunas mujeres mientras otras cosían corazones y un tercer grupo preparaba su embalaje y etiquetado.

En ese trabajo se encontraban las mujeres de Sonríe Olivenza cuando han recibido una de las visitas más emotivas de la mañana; la de los niños y niñas de la Guardería Simba, que traían como regalo una tarta en forma de corazón con la dedicatoria Sonríe por muchos años para una mujeres luchadoras que conocen en primera persona lo que es el cáncer de mama.

Los más pequeños observaban atentamente la actividad que esta mañana se desarrollaban y se han llevado un pequeño corazón y todo el cariño de una asociación con la que este centro infantil colaborará en la III Marcha contra el Cáncer de Mama el próximo domingo, entregando a los niños y niñas que acudan globos en forma de corazón.

Con estas y otras visitas ha transcurrido parte de una jornada muy especial que continuará en la tarde de hoy, en horario de 16.30 a 19.30 horas, para seguir mostrando e invitando a quien lo desee a realizar unos corazones que encierran la fuerza y positividad de quienes han mirado frente al frente al cáncer de mama hasta derrotarlo.