Olivenza brilla el Martes y el Miércoles Santos con las procesiones de ‘Los Coloraos’
La Cofradía de ‘Los Coloraos’ procesionaron con los pasos de Jesús orando en el Huerto, de la Santísima Virgen de las Angustias, de Nuestro Señor Atado a la Columna, de Jesús de la Caña Verde y de María Santísima de la Esperanza.
JUAN MIGUEL MÉNDEZ PEÑA
Lunes, 17 de abril 2017, 01:15
Si el Lunes Santo, en la primera estación de penitencia nocturna de la Semana Santa oliventina, la cofradía de Los Obreros hizo vibrar de emoción con la marcha y el encuentro final entre el paso de Jesús Nazareno con la Verónica enjugando su rostro y el paso bajo palio de la Santísima Virgen de los Dolores, no lo hizo menos la cofradía de Los Coloraos con las procesiones del Martes y Miércoles Santos.
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La cofradía, que tiene como titulares a tres imágenes de Cristo doliente (o Varón de dolores, como se le denomina en la iconografía religiosa) y dos imágenes marianas, es la encargada de organizar estas estaciones de penitencia. Fundada en 1956, tiene su sede en la iglesia matriz de Santa María del Castillo y actualmente cuenta con 525 hermanos que salen en procesión vestidos con una túnica burdeos (de ahí que sean conocidos como Los Coloraos), con capuz y capa blancos; la noche del Miércoles Santo también suelen acompañar en la procesión decenas de hermanas ataviadas con la tradicional mantilla española.
El Martes Santo salió, en primer lugar, el paso de Jesús orando en el Huerto de los Olivos, precedido de la Banda de Tambores de la Hermandad de 'Los Coloraos'. La bella imagen de Cristo, vestido con túnica roja y arrodillado en pose implorante, es obra del escultor Manuel Carmona (2001), quien en 2003 también talló al Ángel Consolador que más que tranquilizar al Cristo en el trance de aceptar el irremediable cáliz, evoca al memento mori en la antigua Roma por el que un siervo iba susurrándole al oído que recordaran que eran mortales a los generales victoriosos en los desfiles mientras le sostenía su corona de laureles.
El paso, que en 2005 se completó con las tallas de los apóstoles San Pedro, Santiago y San Juan durmiendo, obras del mismo escultor, fue llevado por 24 costaleros que, bajo las órdenes del capataz Fernando Olivera Silva, demostraron su preparación llevándolo con gracia y siguiendo el ritmo del acompañamiento musical que corrió a cargo de la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora del Rosario (más conocida como de Los Catalinos) de Jerez de los Caballeros.
El siguiente paso que salió de Santa María del Castillo fue el de la imagen doliente de Jesús de la Caña Verde, una talla anónima del siglo XVIII muy venerada en Olivenza. Cargado por 20 costaleras a las órdenes del capataz Luis Manuel Leal Villares, que este año debutaba en esta responsabilidad.
La procesión fue cerrada por el paso bajo palio de la Santísima Virgen de las Angustias, una imagen obra también de Manuel Carmona (1995), cargada por 24 costaleros bajo las directrices del capataz José Salas Figueredo y con el acompañamiento musical de la Sociedad La Filarmónica de Olivenza. A lo largo de tres horas procesionaron estas tres imágenes por las calles del centro de la ciudad, donde nazarenos, penitentes, miembros de la cofradía, autoridades locales y demás acompañamiento contribuyeron a crear un ambiente de misticismo y recogimiento a su paso.
Procesión del Miércoles Santo
La noche del Miércoles Santo Los Coloraos procesionaron con el paso de La flagelación de Jesús, una talla de Cristo atado a la columna atribuida a Bento R., del siglo XVIII, cuyo Sayón fue realizado por Manuel Carmona en 2015. Precedido también por la Banda de Tambores de la Hermandad, el paso estuvo cargado por 24 costaleros dirigidos por el capataz Fernando Olivera Silva. Seguidamente, sonaban las marchas de la Agrupación Musical 'Santísimo Cristo Rey' de Badajoz, que se encargó del acompañamiento musical.
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La imagen mariana de la noche fue María Santísima de la Esperanza, obra también de Manuel Carmona (1992) cuyo paso bajo palio fue llevado por 24 costaleros a las órdenes del capataz José Salas Figueredo y acompañados con la música de La Filarmónica. Digno de destacar es que este año se cumplían 25 años de la bendición de la Virgen de la Esperanza y su peculiar forma de entrar en el templo al finalizar la procesión al son de la marcha 'Encarnación Coronada' mientras sus costaleros le cataron el 'Ave María' y las hermanas ataviadas con la tradicional mantilla le aguardaron hasta que el paso tocó el suelo.
Un lucido recorrido en el que Los Coloraos demostraron una vez más su buen hacer y cómo cuidan hasta el más mínimo detalle en una Semana Santa que aspira a la excelencia para que algún día pueda ser declarada Fiesta de Interés Turístico Regional.
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Labor social de 'Los Coloraos'
Para la cofradía de 'Los Coloraos' es importante el Martes y Miércoles Santos por la organización de sendas estaciones de penitencia, pero no menos que las actividades que desarrollan cada Martes Santo y más allá de la Semana Santa. Ese día lo dedican a atender a personas con necesidades especiales y este año lo comenzaron ofreciendo un desayuno de convivencia a usuarios de l centro de día de Aprosuba-14 en el que se implicó la juventud cofrade y componentes de la Banda de la Hermandad. La actividad se completó con una visita a los pasos ya engalanados, con un taller para enseñar a poner el costal, otro de percusión para aprender a tocar el tambor, etc.
Por la tarde, decenas de cofrades se trasladaron a la residencia Caser para acercar la Semana Santa a los mayores. Allí se preparó un altar presidido por la antigua imagen de Nuestra Señora de la Esperanza, presente allí durante toda la Semana. La actividad se completó mostrando a una hermana vestida de nazarena y otra con mantilla, con una exhibición de marchas de la banda de tambores de la Cofradía, el canto de varias saetas y una oración final.
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