

Olivenza ya cuenta con un monumento al activismo LGBT+, en defensa de personas lesbianas, gais, bisexuales, transgénero/transexuales, intersexuales, queer, asexuales, pansexuales… Un símbolo que pone de manifiesto la diversidad sexual y de identidades de género en la sociedad y que en Olivenza puede admirarse desde el pasado 27 de junio en que se inauguró, en presencia del presidente de la junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y del alcalde oliventino, Manuel José González Andrade, entre otras autoridades locales y distintos representantes de asociaciones extremeñas del activismo LGTBI.
Según explicó Luis Ignacio González Franco, presidente de Limbo Cultura (donde se incluye Limbo Diverso), este monumento de Olivenza es el primero de estas características que se instala en Extremadura y el segundo del que se tiene constancia en España. La propuesta partió de Limbo Cultura hace dos años y fue hecha realidad por el Ayuntamiento de Olivenza en la plaza del General Infante de Olivenza, donde actualmente se ubica el parque de la Diversidad, frente a la fachada lateral del centro de salud, y que ya había venido siendo escenario de actos reivindicativos por parte del colectivo LGBT+.
El monolito tiene forma de triángulo invertido, por un lado pintado de rosa y por el otro negro. El triángulo rosa era la insignia con la que los nazis distinguían a los encarcelados en los campos de concentración porque las autoridades los habían identificado como hombres homosexuales, una categoría que también incluía a hombres bisexuales y mujeres transgénero. El triángulo negro, además, era el símbolo con el que los nazis marcaban a las lesbianas, prostitutas o transexuales, entre otras. A partir de 1970, el triángulo rosa resurgió como un símbolo de protesta contra la homofobia y del activismo LGBT.
Por su parte, también intervino Silvia Tostado Calvo, presidenta de la Fundación Triángulo Extremadura, quien destacó la lucha de los precursores del activismo LGBT+, poniendo de manifiesto la importancia de «mirar a los orígenes» para reconocer a «quienes han sido señalados, a quienes se les etiquetó en su día con un triángulo rosa o negro por escaparse a la norma social impuesta».
La presidenta de la asociación Extremadura Entiende, Pilar Milanés Milanés, puso el foco en la importancia de abrir este tipo de espacios «para todos y para todas» en las localidades, en las que a su juicio la falta de libertad en este ámbito ha provocado «exilio o de éxodo rural» en los últimos años. A su juicio, el activismo LGBT+ ha crecido por la necesidad de seguir luchando por los derechos que les corresponde en pro de la diversidad sexual y de identidades de género, apuntando que «aún queda mucho por hacer».
Por su parte, José María Núñez Blanco, presidente de la Fundación Triángulo España, hizo un balance de cuál había sido el recorrido del activismo LGBT+ en la región desde que a mediados de los años 90 se puso en marcha la primera asociación 'De par en par' hasta convertirse en la actualidad en una de las regiones más vanguardistas en la lucha por los derechos del colectivo. Así, destacó que iniciativas como esta generan que «quienes crezcan como personas LGBT en Olivenza van a tener la tranquilidad de saber que son aceptados, que se les quiere, que aquí caben y son considerados ciudadanos de Olivenza como cualquiera». Ello, a su juicio, se ha construido por el activismo y la «implicación institucional», algo que ha reconocido en la persona de Guillermo Fernández Vara, desde su época como consejero de Bienestar Social de la Junta de Extremadura.
El primer edil oliventino, Manuel J. González Andrade, valoró la importancia de asociaciones como Limbo Cultura, que cada año propone las actividades con motivo del 28 de junio, Día del Orgullo LGBT+. «Este parque ha sido testigo en los últimos años de actividades que se han llevado con motivo del 28 de junio», algo por el que González Andrade, ha anunciado que próximamente dejará de llamarse del Parque del General Infante para pasar a ser el Parque de la Diversidad, en cumplimiento del compromiso adquirido por el Ayuntamiento con el colectivo local.
El acto fue cerrado por el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, quien recordó cuáles fueron los primeros pasos de la asociación 'De par en par' que apoyó desde el ejecutivo autonómico para apoyar «a personas que lo pasaron tan mal», ya que «detrás de cada historia personal hay verdaderos dramas sobre los que se ha construido después la verdadera igualdad». Según Fernández Vara, «la igualdad es un compromiso con la vida, con los demás, con la sociedad en la que vive, con la generación que nos toca convivir», pero es algo que «sigue siendo un sueño», dado que «los derechos tardan mucho tiempo en conseguirse y tardan muy poquito tiempo en destruirse», en un mundo que, según el presidente, «hay una corriente de intolerancia, de racismo, de xenofobia, que nos tiene que hacer creer que lo que se ha hecho es algo de justicia social y estar ojo avizor con los populismos, la demagogia, los reaccionarios y quienes intentan retroceder en los derechos».
«Salir del armario fue una verdadera revolución social», manifestó Vara, para quien «nadie tiene la exclusiva del amor, que ama quien es capaz de amar», y que animó a seguir avanzando y apoyar gestos como este.
El acto finalizó con un acto simbólico de colocación de piedras pintadas del color de la bandera del Orgullo LGTB+ y de la bandera Trans.
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