Los residentes de la Santa Casa de la Misericordia de Olivenza han vivido una entretenida semana gracias a los jóvenes misioneros de Madrid.
Los 33 universitarios han acompañado cada día a los mayores, realizando entretenidas actividades y salidas por la ciudad.
Desde la residencia de mayores agradecen enormemente el servicio de entrega y amor al prójimo de estos chicos y se sienten privilegiados por haber sido elegidos en su Misión.
El grupo de jóvenes pernoctó en el Centro Parroquial del domingo 26 de enero y al domingo 2 de febrero, día en el que regresaron a Madrid.
El fin de esta misión es la de contagiar la alegría de descubrir desde la fe que somos Hijos de Dios de la mano de la Virgen María, que es la que abre los corazones para vivir está experiencia cristiana.
Cabe recordar que, este es el segundo año que la ciudad recibe a la Misión, los voluntarios del movimiento Schoenstatt están repartidos por todo el mundo, en España se encuentran en Madrid y Barcelona.
Origen del movimiento
Según recoge la web del Movimiento apostólico Schoenstatt, en 1914, el Padre Kentenich invitó a unos jóvenes a una aventura similar. Comenzar una vida de alianza con Dios y la Santísima Madre, una vida de formación cristiana del mundo, un camino de amor y confianza: La Alianza de Amor.
Publicidad
Fue el comienzo del Movimiento Apostólico de Schoenstatt. En él, se desarrolla un estilo de vida que da forma a muchas personas y comunidades. Esta cultura del pacto se está desarrollando en varios países de todo el mundo y está dando sus frutos.
El espíritu de la Alianza de Amor de Schoenstatt se extiende por todo el mundo a través de diversos proyectos, llevando su misión y esperanza a todos los rincones del planeta.
A través de diversas iniciativas, Schoenstatt contribuye a que la Iglesia sea cada vez más misionera y evangelizadora. Viviendo un espíritu «en salida», nuestros proyectos llegan a millones de personas en todo el mundo, haciendo que la Iglesia se acerque a las diferentes realidades sociales que existen en muchos países. Gracias a algunos proyectos de Schoenstatt, como la Campaña de la Virgen Peregrina, la Iglesia está presente en casas de familia, cárceles, escuelas, empresas, tribus indígenas, zonas de guerra y muchos lugares de difícil acceso, como signo de cercanía y acogida. El compromiso de Schoenstatt con la Iglesia fomenta un mundo unido en oración y misión, promoviendo la unidad y un propósito espiritual común
PRIMER MES GRATIS. Accede a todo el contenido
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.