

Las empresas y autónomos de Olivenza han decidido mantener sus protestas por el cierre de establecimientos de hostelería y de actividades consideradas 'no esenciales' decretado por la Junta de Extremadura en las principales ciudades de Extremadura por el aumento de la incidencia epidemiológica del Covid-19.
Tras la concentración y cacerolada espontánea promovida por algunos empresarios del centro de la ciudad del pasado sábado y domingo en la calle Moreno Nieto (conocida popularmente como de los Baldosines) y el Paseo Chico (o avenida de Portugal), este lunes, 11 de enero, celebraron una concentración en la plaza de la Constitución, frente al ayuntamiento, donde decenas de manifestantes hicieron una sonada con cacerolas para demandar la reapertura de los negocios locales y el cese de las medidas restrictivas para permitirles trabajar.
Esta sería la primera concentración en la que también contó con la presencia del alcalde, Manuel José González Andrade, y parte del equipo de gobierno socialista, que salieron del consistorio para mostrar su apoyo a los manifestantes. Miembros del Partido Popular y de Izquierda Unida de Olivenza asistieron también a las concentraciones previas.
Los convocantes, pertenecientes a la Agrupación de Empresarios Zona Centro de Olivenza (AEZCO), han insistido en que continuarán concentrándose diariamente a las 12.00 horas en la plaza del ayuntamiento para demandar a la Junta de Extremadura que permita reabrir los negocios. A esta petición también se ha adherido el Núcleo Empresarial Oliventino (NEO), la entidad empresarial que aglutina en torno a un centenar de empresas de la localidad.
Ayer martes, 12 de enero, la concentración volvió a repetirse, aunque con menos afluencia que el lunes. En ella se leyó el manifiesto que hicieron público desde AEZCO el domingo. La encargada en este caso de leerlo, fue María del Carmen Fernández Píriz, que regenta la boutique Arcoiris, una de las actividades afectadas. Este martes, lo ha leído María Antonia Olivera Carballo, del café-bar 'El Caldero', otro de los negocios afectados por el cierre de lo que es considerado 'actividad no esencial' y que han tenido que «reinventarse» y adaptarse a las nuevas normas ofreciendo sus servicios para recoger en el local o a domicilio.
El manifiesto que el grupo manifestante está leyendo a las puertas del consistorio en nombre de los autónomos y empresas de Olivenza muestra su «total rechazo» a las medidas restrictivas implantadas por decreto por la Junta de Extremadura.
El colectivo empresarial pide a todas las instituciones públicas que «no nos castiguen aún más de lo que ya lo han hecho, y nos den un respiro para sacar nuestras empresas, nuestros trabajadores y nuestras familias adelante».
«Cuando piensan en las restricciones, paralelamente deben pensar y sacar al mismo tiempo soluciones y ayudas a las limitaciones impuestas», argumentan desde AEZCO, que aseguran que estas ayudas «siempre llegan tarde o no llegan, con una burocracia tediosa y rebuscada» y considerando que «las ayudas tienen que ser directas y con todas las facilidades».
Igualmente, han afirmado que «está demostrado que los contagios no se producen en el comercio local», ya que «la mayoría de los contagios se producen en el seno de reuniones familiares y fiestas particulares».
Por este motivo, desde AEZCO han planteado que, «en caso de no recibir ayudas reales y efectivas, pensamos que puede haber otras posibles soluciones y pedimos medidas compensatorias que no supongan riesgo para la población». Así, han planteado como ejemplo la limitación de horarios en la actividad empresarial, negándose «rotundamente» al cierre total.
«Ante las duras restricciones nos veremos obligados a reaccionar de forma organizada y unida, en concentraciones y manifestaciones, si fuera necesario», han advertido desde el colectivo local. «¡Ni una semana, ni dos más así! Queremos seguir prestando servicios y dando vida al pueblo», finalizan en su manifiesto, en el que también apelan a la unidad del sector e insisten en que no cesarán «hasta que se nos escuche y se nos dé solución a este problema que nosotros no hemos creado».
Esta tarde comparecerán el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, acompañado del vicepresidente segundo y consejero de Sanidad, José María Vergeles Blanca, y el consejero de Economía, Ciencia y Agenda Digital, Rafael España Santamaría, para conocer los acuerdos adoptados para frenar la expansión del coronavirus tomados por el Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura celebrado durante tres horas esta mañana de manera virtual.
Hay que recordar que la región tiene actualmente una incidencia acumulada superior a 1.000 casos por cada 100.000 habitantes. En concreto, con los datos de ayer martes, la tasa es de 1.076,60. Extremadura tiene la peor incidencia de todo el país, con mucha diferencia respecto a las que le siguen en la lista, Madrid (621,52) y Baleares (600,54).
En los últimos siete días, el dato diario de contagios ha superado en cuatro jornadas los mil casos notificados. En total, Salud Pública ha comunicado más de 7.000 nuevos positivos, en concreto, 7.367, lo que supone más de 2.800 con respecto a los siete anteriores.
La mortalidad también ha aumentado y en la última semana, han perdido la vida por el virus 73 personas en la región. Son 40 muertes más que los siete días anteriores.
Por su parte, la presión hospitalaria creció ayer hasta los 471 pacientes hospitalizados, 32 más que el martes. El dato más alto hasta la fecha era de 418 y se registró en la primera ola de la pandemia, el pasado 8 de abril.
Si no se prorroga, mañana decaería la medida puesta en marcha el pasado día 7, del cierre de bares y comercios, excepto los esenciales, en 16 localidades extremeñas que superaban la tasa de incidencia acumulada de 500 casos. Estos municipios son Badajoz, Cáceres, Fuente del Maestre, Navalmoral de la Mata, Villanueva de la Serena, Calamonte, Aceuchal, Olivenza, Montijo, Villafranca de los Barros, Puebla de la Calzada, Almendralejo, Don Benito, Azuaga, Coria y Castuera.
Tan solo dos días después de esta medida se sumaron a la lista otros ocho municipios de la región: Mérida, Plasencia, Jerez de los Caballeros, Trujillo, Guareña, Moraleja, Arroyo de la Luz y Talavera la Real. La vigencia inicial también fueron siete días.
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